miércoles, 18 de noviembre de 2009
Los checos recuerdan en Praga el 20 aniversario de la Revolución de Terciopelo.
Los checos celebran hoy el vigésimo aniversario de la Revolución de Terciopelo, que supuso la caída del régimen comunista en Checoslovaquia, tras cuatro décadas de férrea dictadura bajo la égida de Moscú. Aunque la transición democrática checoslovaca se tildó de pacífica, tuvo un punto de inflexión en la manifestación estudiantil que recorrió las calles de Praga el 17 de noviembre de 1989 y resultó duramente reprimida por las fuerzas de seguridad.
"No se me ocurrió que pudiera caer el régimen", ha declarado hoy Petr Stiebitz, entonces un estudiante de 16 años, que participó en aquel acto de protesta."Sólo acudí a manifestar mi disconformidad. Tres personas hicieron un corro, me agredieron y mearon encima, mientras yo me protegía la cabeza con las manos", ha añadido.
Empezó como una marcha pacífica y acabó por convertirse en una carga policial sin escrúpulos, con casi 600 heridos, algunos de gravedad. Han tenido que pasar veinte años para que el Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios (USTRCR) ofreciera el saldo de aquel conflicto. Entonces no servía de nada quejarse a las autoridades y no quedaron registros policiales de la agitada actividad de aquellos días, constató el director del instituto, Pavel Zacek.
En un ambiente festivo, juvenil y relativamente caluroso, cerca de 10.000 checos han recorrido hoy las calles de Praga. El trayecto de la manifestación copió exactamente aquel del 17 de noviembre de 1989, que tuvo su inicio en el campus universitario de Albertov, prosiguió por el Panteón de Vysehrad, los aledaños de Emaús (antigua abadía montserratina), la casa del entonces disidente Vaclav Havel y el Teatro Nacional, para enfilar finalmente la Avenida Nacional.
QUE LA LLAMA ANTI-COMUNISTA PRENDA EN EL CORAZÓN DE TODOS LOS EUROPEOS.
TODOS JUNTOS: ¡¡COMUNISMO ASESINO Y GENOCIDA!!
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